lunes, 3 de octubre de 2011

Retablos del Gran Poder de Dios y de la Inmaculada Concepción.




Retablo del Gran Poder de Dios










El retablo del Gran Poder de Dios, situado en la nave del Evangelio de la Iglesia Ntra. Sra. de la Peña de Francia, cuenta con una estructura de la misma época que la de los otros retablos de la citada iglesia (aproximadamente, de los primeros años del siglo XVIII), si bien es el que más transformaciones ha sufrido: en una remodelación de principios del siglo XIX, Manuel Antonio de la Cruz cambió su estética, pasando de ser barroca a neoclásica, dejando pues del original únicamente las columnas barrocas torneadas.
Su estructura es similar al resto de los retablos “grandes” del templo: cuenta con tres calles, dos cuerpos o alturas, y ático; soporte de madera con policromía de imitación marmórea, pilastras acanaladas, molduras y jarrones, como remates. Las columnas salomónicas simples dividen sus tres calles y cuerpos.
En el primer cuerpo se encuentran los nichos con las imágenes de La Soledad y Las Lágrimas de San Pedro;  y, en el centro y de forma más destacada, la hornacina del Gran Poder de Dios.
En el segundo cuerpo y ático se encuentran los lienzos de la primera época de Luis de la Cruz y Ríos, que representan la Samaritana, la Resurrección de Lázaro, Pedro Salvado de las aguas y la Transfiguración.  Estos cuatro lienzos fueron restaurados en el año 2000.
El juego entre los dorados y la policromía de imitación a mármol le da una gran belleza en su austeridad. El Sagrario, de la misma época de la remodelación, contiene una imagen del Niño Jesús triunfante.






Retablo de la Inmaculada Concepción








El retablo de la Inmaculada Concepción es de los más antiguos de la parroquia (posiblemente de fines del siglo XVII), y también de los más bellos y ornamentados: muy barroco en su decoración, pero en el que predominan claramente las líneas rectas. Columnas salomónicas o torneadas separan las calles del primer y segundo cuerpo; pilastras cajonadas enmarcan el ático y soportan el remate. Su traza se repite como tipo de retablo del siglo XVII en el Archipiélago, por la distribución de sus partes y por los motivos decorativos. No deja de ser interesante la insistencia del tema ornamental de frutas tropicales, entre los avolutados estribos del ático, orlas laterales, e incluso flanqueando las pilastrillas, que determinan los nichos del primer cuerpo. En los primeros antepechos del zócalo se encuentra el escudo nobiliario de la familia Walsh o Valois, de origen irlandés, que donaron este retablo a la parroquia.
El segundo cuerpo y ático están ocupados por lienzos de gran valor artístico, sobre todo el central que describe el Descendimiento. A ambos lados se encuentra una Aparición de la Virgen y el Niño a Santa Rosalía de Palermo y una Inmaculada Concepción, obras muy populares en el Barroco. En el ático, y bajo la corona y escudo de Irlanda, se encuentra un cuadro con la imagen del Cristo de La Laguna. El Sagrario y la mesa de altar son añadidos posteriores de la misma fecha de su remodelación (finales del siglo XIX o principios del siglo XX).
La capilla es la más rica del templo, con techumbre al estilo mudéjar y con el piso, sobre el que se asienta la mesa del altar, con taraceas de mármol y piedras de colores. Esta hermosa capilla, de los Irlandeses,  fue con posterioridad (a partir del siglo XX) la capilla del Santísimo, y su nicho central fue ocupado por una talla de vestir de la Inmaculada Concepción. A ambos lados, sobre cajones decorados muy posteriores, se hallan Santa Rita de Casia y San Patricio (también de principios del siglo XX).

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